“El Social Selling no va de grandes o pequeños, sino de rápidos o lentos”. Así lo explica Álex López, docente de CGADE Management School, Top20 Influncer Mundial en Social Selling y Top1 en Habla Hispana.
López se refiere a la nueva manera de conectar con un cliente que ha cambiado en un mundo que se ha vuelto eminentemente digital. Y esa es precisamente la clave del Social Selling.
El experto lo define como “el buen uso de las redes sociales para vender nuestros productos, de forma que potenciamos ese canal de comunicación con nuestros ya clientes y con potenciales”. Admite además que las plataformas sociales son cada vez más habituales, e incluso son actualmente preferidos a los canales tradicionales.
Y nos da dos motivos para que tu empresa apueste por el Social Selling: “El primero es que actualmente hay más de 2,2 billones de usuarios en redes sociales; y el segundo es que si no estás no podrás llegar al nuevo cliente digital".
1. Visibilidad. Y una muy grande. La frase estrella de Álex López es “recuerda que en redes sociales tu empresa tiene los mismos kilómetros cuadrados que una multinacional”. Las redes sociales y, en general, Internet te permiten estar en el punto de mira de muchos clientes potenciales que pueden incluso residir muy lejos de tu espacio físico de trabajo.
2. Menos inversión. El trabajo con redes sociales se puede desarrollar de forma orgánica –gratuita- y, en caso de hacer una inversión, esta suele ser mucho menor y con mayor impacto que la publicidad off line.
3. Evitas puerta fría. Te permite acercarte a tus clientes sin resultar invasivo/a y permitiendo detectar su interés en unos u otros productos de los que le haces llegar. Además, puedes establecer una comunicación previa y posterior a la compra para ver posibles puntos de mejora y hacer un seguimiento
4. Ahorras tiempo. Puedes gestionar varias visitas comerciales a la vez ya que las redes sociales te permiten tener conversaciones en paralelo. Además, suelen ser conversaciones más resolutivas que se solventan en poco tiempo y van más al grano; el cliente se siente más cómodo para preguntarte sus dudas directamente o avisarte más rápido si no le interesa o si le gustaría añadir algún extra al producto. Gracias al Social Selling, inviertes menos tiempo en la negociación pero la aproximación es más rápida.
"En redes sociales tu empresa tiene los mismos kilómetros cuadrados que una multinacional”
5. Marca humana. Vivimos en un mundo infoxicado de publicidad y crear una marca humana con la que el cliente se identifíque se ha vuelto imprescindible. Las personas quieren negociar con personas, y buscan a la persona tras la marca o empresa. Los modelos de venta basados en Social Selling tienen la gran ventaja de que, al aproximarte al cliente de forma natural, eres percibido por él como una persona concreta, y no como una marca impersonal que trata de venderle algo.
6. Detección y escucha activa. Gracias al contacto directo con el cliente, identificarás más rápido quién es el decisor en el momento de la compra y podrás buscarle directamente a él/ella –en LinkedIn, por ejemplo- para tener una conversación de tú a tú. Si tratas de hacer esto por teléfono, lo más probable es que el secretario/a no llegue a pasarte con el decisor de compras en la empresa. Gracias a las redes sociales, puedes identificar a esa figura clave e incluso cómo le gusta que se comuniquen con él/ella para llevarlo a cabo.
1. Marca objetivos. Es importante que, como vendedor /a, estés satisfecho de los resultados conseguidos gracias al Social Selling. Por supuesto, si trabajas por cuenta ajena, estos objetivos deben ir ajustados con las exigencias de la empresa para la que trabajas. Habla con la empresa y establece objetivos anuales y presupuesto que se invertirá.
2. Elige el target o público objetivo. Debes tener claro a quién se dirige tu producto o servicio y pensar cómo a ese cliente y a quién le puede interesar. Establecer un Buyer Persona siempre ayuda en ese sentido, es decir, que crees una imagen de un cliente genérico al que dotas de características concretas que encajen con tu target. Así tu acercamiento te resultará más fácil.
3. Crea tu hoja de ruta. Es importante que tengas una estrategia definida con los pasos que vas a dar para conseguir el contacto que has elegido. Pero ha de ser flexible, porque no podrás reproducirla en todos los casos.
4. Simplifica, automatiza. Utiliza herramientas digitales que simplifiquen y enriquezcan tu tarea. Seguramente, casi el 80% de tus procesos se pueden reducir en tiempo gracias a las nuevas posibilidades digitales. Por ejemplo, ¿sabes que Pocket te permite guardar por categorías toda la información que te puede resultarte útil más adelante? ¿O que puedes programar en un día una semana de contenidos en Redes Sociales gracias a Hootsuite?
5. Branding o imagen de marca. Ya sea tu marca personal como comercial autónomo o la marca de la empresa a la que representas, lo que está claro es que tu imagen de marca es fundamental para conseguir algo imprescindible de tus clientes: su confianza. Al igual que tratas de ir bien vestido/a a una visita comercial, en Internet debes vestir tu proyecto para que sea percibido como una propuesta coherente y fuerte, digna de ser valorada.
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